viernes, 24 de febrero de 2012

XXº Aniversario de la Cofradía de la Virgen de Los Dolores de nuestra Parroquia


Parroquia Matriz del Apóstol Santiago de la Villa Histórica de Los Realejos

La Cofradía de Nuestra Señora de Los Dolores, de nuestra parroquia Matriz Del Apóstol Santiago, cumple 20 años desde su fundación en el año 1992. La idea de la formación de la Cofradía partió de un grupo de personas que solían cargar en la Semana Santa la imagen de la Virgen de los Dolores, y tomando como referencia a otra Cofradía ya existente en a Parroquia, este grupo decide fundar esta Cofradía y engrandecer así la Semana Santa Realejera. 
El hábito de la Cofradía es: 
Para los hombres; túnica azul marina, cíngulo de color granate y guantes negros.
Para las mujeres; traje de chaqueta y falda, peineta con mantilla negra, y guantes negros.









Para conmemorar estos primeros 20 años, se ha elaborado un programa de actos muy variado que va desde exposiciones, actos musicales, actos de piedad, o celebraciones eucarísticas, entre otros. El primero de estos actos tendrá lugar el próximo lunes, 19 de marzo, y dentro de la exposición de fotografía "Mujer ahí tienes a tu hijo" de Alfredo Acosta en la Casa Municipal de la Cultura, donde a partir de las 10:30 horas se expondrán los mantos, trajes, y demás patrimonio Religioso que la Cofradía posee. 
Del resto de los actos les iremos informando próximamente.

miércoles, 22 de febrero de 2012

Exposición Fotográfica de Semana Santa

Parroquia Matriz del Apóstol Santiago de la Villa Histórica de Los Realejos


Tu Parroquia Informa: Horario Misa de Imposición de la Ceniza

Parroquia Matriz del Apóstol Santiago de la Villa Histórica de Los Realejos

A las 20:00h; tendrá lugar en nuestra Parroquia Matriz la solemne concelebración Eucarística del comienzo de la Cuaresma, con la imposición de la Ceniza. Desde aqui queremos invitarles a todos a participar de esta celebración que nos prepara a celebrar los misterios de la Pasión, Muerte, y Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo. Te esperamos.

Miércoles de Ceniza

Parroquia Matriz del Apóstol Santiago de la Villa Histórica de Los Realejos





Con la imposición de las cenizas, se inicia una estación espiritual particularmente relevante para todo cristiano que quiera prepararse dignamente para la vivir el Misterio Pascual, es decir, la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor Jesús.
Este tiempo vigoroso del Año Litúrgico se caracteriza por el mensaje bíblico que puede ser resumido en una sola palabra: "metanoeiete", es decir "Convertíos". Este imperativo es propuesto a la mente de los fieles mediante el rito austero de la imposición de ceniza, el cual, con las palabras "Convertíos y creed en el Evangelio" y con la expresión "Acuérdate que eres polvo y al polvo volverás", invita a todos a reflexionar acerca del deber de la conversión, recordando la inexorable caducidad y efímera fragilidad de la vida humana, sujeta a la muerte.
La sugestiva ceremonia de la ceniza eleva nuestras mentes a la realidad eterna que no pasa jamás, a Dios; principio y fin, alfa y omega de nuestra existencia. La conversión no es, en efecto, sino un volver a Dios, valorando las realidades terrenales bajo la luz indefectible de su verdad. Una valoración que implica una conciencia cada vez más diáfana del hecho de que estamos de paso en este fatigoso itinerario sobre la tierra, y que nos impulsa y estimula a trabajar hasta el final, a fin de que el Reino de Dios se instaure dentro de nosotros y triunfe su justicia.
Sinónimo de "conversión" es así mismo la palabra "penitencia"... Penitencia como cambio de mentalidad. Penitencia como expresión de libre y positivo esfuerzo en el seguimiento de Cristo.

Tradición
En la Iglesia primitiva, variaba la duración de la Cuaresma, pero eventualmente comenzaba seis semanas (42 días) antes de la Pascua. Esto sólo daba por resultado 36 días de ayuno (ya que se excluyen los domingos). En el siglo VII se agregaron cuatro días antes del primer domingo de Cuaresma estableciendo los cuarenta días de ayuno, para imitar el ayuno de Cristo en el desierto.
Era práctica común en Roma que los penitentes comenzaran su penitencia pública el primer día de Cuaresma. Ellos eran salpicados de cenizas, vestidos en sayal y obligados a mantenerse lejos hasta que se reconciliaran con la Iglesia el Jueves Santo o el Jueves antes de la Pascua. Cuando estas prácticas cayeron en desuso (del siglo VIII al X), el inicio de la temporada penitencial de la Cuaresma fué simbolizada colocando ceniza en las cabezas de toda la congregación.
Hoy en día en la Iglesia, el Miércoles de Ceniza, el cristiano recibe una cruz en la frente con las cenizas obtenidas al quemar las palmas usadas en el Domingo de Ramos previo. Esta tradición de la Iglesia ha quedado como un simple servicio en algunas Iglesias protestantes como la anglicana y la luterana. La Iglesia Ortodoxa comienza la cuaresma desde el lunes anterior y no celebra el Miércoles de Ceniza.

Significado simbólico de la Ceniza
La ceniza, del latín "cinis", es producto de la combustión de algo por el fuego. Muy fácilmente adquirió un sentido simbólico de muerte, caducidad, y en sentido trasladado, de humildad y penitencia. En Jonás 3,6 sirve, por ejemplo, para describir la conversión de los habitantes de Nínive. Muchas veces se une al "polvo" de la tierra: "en verdad soy polvo y ceniza", dice Abraham en Gén. 18,27. El Miércoles de Ceniza, el anterior al primer domingo de Cuaresma (muchos lo entenderán mejor diciendo que es le que sigue al carnaval), realizamos el gesto simbólico de la imposición de ceniza en la frente (fruto de la cremación de las palmas del año pasado). Se hace como respuesta a la Palabra de Dios que nos invita a la conversión, como inicio y puerta del ayuno cuaresmal y de la marcha de preparación a la Pascua. La Cuaresma empieza con ceniza y termina con el fuego, el agua y la luz de la Vigilia Pascual. Algo debe quemarse y destruirse en nosotros -el hombre viejo- para dar lugar a la novedad de la vida pascual de Cristo.
Mientras el ministro impone la ceniza dice estas dos expresiones, alternativamente: "Arrepiéntete y cree en el Evangelio" (Cf Mc1,15) y "Acuérdate de que eres polvo y al polvo has de volver" (Cf Gén 3,19): un signo y unas palabras que expresan muy bien nuestra caducidad, nuestra conversión y aceptación del Evangelio, o sea, la novedad de vida que Cristo cada año quiere comunicarnos en la Pascua.

Lecturas del Miércoles de Ceniza

Parroquia Matriz del Apóstol Santiago de la Villa Histórica de Los Realejos


Primera lectura
Lectura de la profecía de Joel (2,12-18):
«Ahora, oráculo del Señor, convertíos a mí de todo corazón con ayuno, con llanto, con luto. Rasgad los corazones y no las vestiduras; convertíos al Señor, Dios vuestro, porque es compasivo y misericordioso, lento a la cólera, rico en piedad; y se arrepiente de las amenazas.» Quizá se arrepienta y nos deje todavía su bendición, la ofrenda, la libación para el Señor, vuestro Dios. Tocad la trompeta en Sión, proclamad el ayuno, convocad la reunión. Congregad al pueblo, santificad la asamblea, reunid a los ancianos. Congregad a muchachos y niños de pecho. Salga el esposo de la alcoba, la esposa del tálamo. Entre el atrio y el altar lloren los sacerdotes, ministros del Señor, y digan: «Perdona, Señor, a tu pueblo; no entregues tu heredad al oprobio, no la dominen los gentiles; no se diga entre las naciones: ¿Dónde está su Dios? El Señor tenga celos por su tierra, y perdone a su pueblo.»

Palabra de Dios
Salmo
Sal 50,3-4.5-6a.12-13.14.17

R/.
 Misericordia, Señor: hemos pecado

Misericordia, Dios mío, por tu bondad, 
por tu inmensa compasión borra mi culpa; 
lava del todo mi delito, limpia mi pecado. R/.

Pues yo reconozco mi culpa, 
tengo siempre presente mi pecado: 
contra ti, contra ti sólo pequé, 
cometí la maldad que aborreces. R/.

Oh Dios, crea en mí un corazón puro, 
renuévame por dentro con espíritu firme; 
no me arrojes lejos de tu rostro, 
no me quites tu santo espíritu. R/.

Devuélveme la alegría de tu salvación, 
afiánzame con espíritu generoso. Señor, 
me abrirás los labios, 
y mi boca proclamará tu alabanza. R/.
Segunda lectura
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Corintios (5,20–6,2):
Nosotros actuamos como enviados de Cristo, y es como si Dios mismo os exhortara por nuestro medio. En nombre de Cristo os pedimos que os reconciliéis con Dios. Al que no había pecado Dios lo hizo expiación por nuestro pecado, para que nosotros, unidos a él, recibamos la justificación de Dios. Secundando su obra, os exhortamos a no echar en saco roto la gracia de Dios, porque él dice: «En tiempo favorable te escuché, en día de salvación vine en tu ayuda»; pues mirad, ahora es tiempo favorable, ahora es día de salvación.

Palabra de Dios
Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Mateo (6,1-6.16-18):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Cuidad de no practicar vuestra justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos; de lo contrario, no tendréis recompensa de vuestro Padre celestial. Por tanto, cuando hagas limosna, no vayas tocando la trompeta por delante, como hacen los hipócritas en las sinagogas y por las calles, con el fin de ser honrados por los hombres; os aseguro que ya han recibido su paga. Tú, en cambio, cuando hagas limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha; así tu limosna quedará en secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te lo pagará. Cuando recéis, no seáis como los hipócritas, a quienes les gusta rezar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para que los vea la gente. Os aseguro que ya han recibido su paga. Tú, cuando vayas a rezar, entra en tu aposento, cierra la puerta y reza a tu Padre, que está en lo escondido, y tu Padre, que ve en lo escondido, te lo pagará. Cuando ayunéis, no andéis cabizbajos, como los hipócritas que desfiguran su cara para hacer ver a la gente que ayunan. Os aseguro que ya han recibido su paga. Tú, en cambio, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara, para que tu ayuno lo note, no la gente, sino tu Padre, que está en lo escondido; y tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensara.»

Palabra del Señor

lunes, 20 de febrero de 2012

Aprende a llevar tu Cruz.

Parroquia Matriz del Apóstol Santiago de la Villa Histórica de Los Realejos

Comienza la Cuaresma

Parroquia Matriz del Apóstol Santiago de la Villa Histórica de Los Realejos
¡¡No te hundas!!
Comienza la Cuaresma con el Miércoles de Ceniza a las 8 de la tarde en nuestra Parroquia del Apóstol Santiago. Es una buena ocasión para reflexionar sobre la Pasión, Muerte y Resurrección de nuestro Señor Jesucristo, y para ello la parroquia nos invita a ser partícipes de las charlas cuaresmales, de los Via Crucis meditados, etc  Ánimate, sé luz, confía, entrégate, ora, súperate. ¡Aprovecha este tiempo!
Seguiremos informando según se vayan acercando dichos actos, pero sobre todo anímense a participar de la comunidad paroquial de esta celebración tan importante para el cristiano.

sábado, 18 de febrero de 2012

Exposición de fotografías de Alfredo Acosta

Parroquia Matriz del Apóstol Santiago de la Villa Histórica de Los Realejos



Vídeo promocional de la Exposición de Alfredo Daniel Acosta Rodríguez, joven fotógrafo realejero, cuya inauguración tendrá lugar en la Casa de La Cultura de Los Realejos el próximo 3 de marzo de 2012 para proseguir hasta el día 8 de abril de 2012. Posibilidad de compra. 

jueves, 16 de febrero de 2012

Ha fallecido Sor Concepción Díaz

Parroquia Matriz del Apóstol Santiago de la Villa Histórica de Los Realejos


Ha fallecido Sor Concepción Díaz, religiosa franciscana del Buen Consejo de Icod de Los Vinos. Era natural del Realejo Alto. El velatorio es en la capilla de Nuestra Señora del Patrocinio y la misa exequial se celebrará mañana, jueves, 16 de febrero, a las 16:30 horas, en San Marcos de Icod.

lunes, 13 de febrero de 2012

Martin Valverde: "No se han ido del todo"

Parroquia Matriz del Apóstol Santiago de la Villa Histórica de Los Realejos

Mañana 14 de Febrero: "Concierto de Martín Valverde"

Parroquia Matriz del Apóstol Santiago de la Villa Histórica de Los Realejos

Martín Valverde estará Tenerife con su concierto: "Enamorados de la Vida" para promover la defensa de la vida humana. El próximo martes 14 de febrero, a las 8'30, en auditorio Teowaldo Power de la Orotava: Entrada 10 €, con servicio de guagua para quienes lo necesiten. Organiza el Foro "Signo de Vida - Tenerife". Para más información o reservar las entradas, llama al 608150115 (Nacho)o al 659940714 (Juan Carlos, de El Cardonal).




Nuestro Amigo Alejandro Abrante, Nuevo Diácono de La Diócesis

Parroquia Matriz del Apóstol Santiago de la Villa Histórica de Los Realejos


Alfonso Luís Calvente y Alejandro Abrante, fueron ordenados diáconos permanentes, este domingo día 12 de febrero, en la iglesia de Nuestra Señora de La Concepción, en La Laguna. La celebración estuvo presidida por el Obispo, Bernardo Álvarez.




Alejandro Abrante tiene 35 años, vive en La Cruz Santa, Los Realejos, está casado y tiene una niña. Actualmente da clases de Religión Católica y es responsable del movimiento juvenil cristiano “Savia Nueva”. Además, es cantautor. Por su parte, Alfonso Luís Calvente tiene 46 años, es natural de Alicante y vive en Tenerife desde hace 10 años. Está casado y tiene cuatro hijos. En la actualidad, imparte clases de Religión Católica. Las tareas pastorales encomendadas las realiza en la parroquia de Valle de Guerra.


En la homilía de la Misa, el Obispo recordó que Dios sigue llamando y esta ordenación lo atestiguaba. Los diáconos, dijo, “han de imitar a Jesucristo que vino a servir no a ser servido”, para lo cual han de “vivir como Él vivió y tener sus mismos sentimientos”. El prelado nivariense señaló que un diácono no se significa principalmente por lo que hace o puede hacer: difundir la Palabra de Dios, presidir la oración comunitaria, administrar el bautismo, asistir y bendecir la celebración del matrimonio, llevar la comunión a los enfermos, presidir las exequias de los fieles difuntos, ejercer el ministerio de la caridad en nombre del Obispo o párroco, etc. Antes bien, señaló Bernardo Álvarez que es preciso enfatizar las “actitudes que deben acompañar a la acción”. En este sentido alentó a los nuevos diáconos a que, siguiendo la liturgia, estuvieran disponibles para la acción, fueran humildes en el servicio (ejercido con amor, alegría y corazón libre) y perseverantes en la oración. Y todo – propuso - “para gloria de Dios y bien de las personas, buscando el bien de los demás no el propio”.
Por otro lado, el Obispo también resaltó, en el día de la Campaña de Manos Unidas contra el hambre, la necesidad de ser fraternos con los hambrientos y empobrecidos, puesto que hoy siguen existiendo “marginados y excluidos” que han de ser debidamente atendidos y acogidos.







martes, 7 de febrero de 2012

Mensaje de Su Santidad El Papa Benedicto XVI para la Cuaresma 2012: “Fijémonos los unos en los otros para estímulo de la caridad y las buenas obras”

Parroquia Matriz del Apóstol Santiago de la Villa Histórica de Los Realejos


Queridos hermanos y hermanas
La Cuaresma nos ofrece una vez más la oportunidad de reflexionar sobre el corazón de la vida cristiana: la caridad. En efecto, este es un tiempo propicio para que, con la ayuda de la Palabra de Dios y de los Sacramentos, renovemos nuestro camino de fe, tanto personal como comunitario. Se trata de un itinerario marcado por la oración y el compartir, por el silencio y el ayuno, en espera de vivir la alegría pascual.
Este año deseo proponer algunas reflexiones a la luz de un breve texto bíblico tomado de la Carta a los Hebreos: «Fijémonos los unos en los otros para estímulo de la caridad y las buenas obras» (10,24). Esta frase forma parte de una perícopa en la que el escritor sagrado exhorta a confiar en Jesucristo como sumo sacerdote, que nos obtuvo el perdón y el acceso a Dios. El fruto de acoger a Cristo es una vida que se despliega según las tres virtudes teologales: se trata de acercarse al Señor «con corazón sincero y llenos de fe» (v. 22), de mantenernos firmes «en la esperanza que profesamos» (v. 23), con una atención constante para realizar junto con los hermanos «la caridad y las buenas obras» (v. 24). Asimismo, se afirma que para sostener esta conducta evangélica es importante participar en los encuentros litúrgicos y de oración de la comunidad, mirando a la meta escatológica: la comunión plena en Dios (v. 25). Me detengo en el versículo 24, que, en pocas palabras, ofrece una enseñanza preciosa y siempre actual sobre tres aspectos de la vida cristiana: la atención al otro, la reciprocidad y la santidad personal.
1. “Fijémonos”: la responsabilidad para con el hermano.
El primer elemento es la invitación a «fijarse»: el verbo griego usado es katanoein, que significa observar bien, estar atentos, mirar conscientemente, darse cuenta de una realidad. Lo encontramos en el Evangelio, cuando Jesús invita a los discípulos a «fijarse» en los pájaros del cielo, que no se afanan y son objeto de la solícita y atenta providencia divina (cf. Lc 12,24), y a «reparar» en la viga que hay en nuestro propio ojo antes de mirar la brizna en el ojo del hermano (cf. Lc 6,41). Lo encontramos también en otro pasaje de la misma Carta a los Hebreos, como invitación a «fijarse en Jesús» (cf. 3,1), el Apóstol y Sumo Sacerdote de nuestra fe. Por tanto, el verbo que abre nuestra exhortación invita a fijar la mirada en el otro, ante todo en Jesús, y a estar atentos los unos a los otros, a no mostrarse extraños, indiferentes a la suerte de los hermanos. Sin embargo, con frecuencia prevalece la actitud contraria: la indiferencia o el desinterés, que nacen del egoísmo, encubierto bajo la apariencia del respeto por la «esfera privada». También hoy resuena con fuerza la voz del Señor que nos llama a cada uno de nosotros a hacernos cargo del otro. Hoy Dios nos sigue pidiendo que seamos «guardianes» de nuestros hermanos (cf. Gn 4,9), que entablemos relaciones caracterizadas por el cuidado reciproco, por la atención al bien del otro y a todo su bien. El gran mandamiento del amor al prójimo exige y urge a tomar conciencia de que tenemos una responsabilidad respecto a quien, como yo, es criatura e hijo de Dios: el hecho de ser hermanos en humanidad y, en muchos casos, también en la fe, debe llevarnos a ver en el otro a un verdadero alter ego, a quien el Señor ama infinitamente. Si cultivamos esta mirada de fraternidad, la solidaridad, la justicia, así como la misericordia y la compasión, brotarán naturalmente de nuestro corazón. El Siervo de Dios Pablo VI afirmaba que el mundo actual sufre especialmente de una falta de fraternidad: «El mundo está enfermo. Su mal está menos en la dilapidación de los recursos y en el acaparamiento por parte de algunos que en la falta de fraternidad entre los hombres y entre los pueblos» (Carta. enc. Populorum progressio [26 de marzo de 1967], n. 66).
La atención al otro conlleva desear el bien para él o para ella en todos los aspectos: físico, moral y espiritual. La cultura contemporánea parece haber perdido el sentido del bien y del mal, por lo que es necesario reafirmar con fuerza que el bien existe y vence, porque Dios es «bueno y hace el bien» (Sal 119,68). El bien es lo que suscita, protege y promueve la vida, la fraternidad y la comunión. La responsabilidad para con el prójimo significa, por tanto, querer y hacer el bien del otro, deseando que también él se abra a la lógica del bien; interesarse por el hermano significa abrir los ojos a sus necesidades. La Sagrada Escritura nos pone en guardia ante el peligro de tener el corazón endurecido por una especie de «anestesia espiritual» que nos deja ciegos ante los sufrimientos de los demás. El evangelista Lucas refiere dos parábolas de Jesús, en las cuales se indican dos ejemplos de esta situación que puede crearse en el corazón del hombre. En la parábola del buen Samaritano, el sacerdote y el levita «dieron un rodeo», con indiferencia, delante del hombre al cual los salteadores habían despojado y dado una paliza (cf. Lc 10,30-32), y en la del rico epulón, ese hombre saturado de bienes no se percata de la condición del pobre Lázaro, que muere de hambre delante de su puerta (cf. Lc 16,19). En ambos casos se trata de lo contrario de «fijarse», de mirar con amor y compasión. ¿Qué es lo que impide esta mirada humana y amorosa hacia el hermano? Con frecuencia son la riqueza material y la saciedad, pero también el anteponer los propios intereses y las propias preocupaciones a todo lo demás. Nunca debemos ser incapaces de «tener misericordia» para con quien sufre; nuestras cosas y nuestros problemas nunca deben absorber nuestro corazón hasta el punto de hacernos sordos al grito del pobre. En cambio, precisamente la humildad de corazón y la experiencia personal del sufrimiento pueden ser la fuente de un despertar interior a la compasión y a la empatía: «El justo reconoce los derechos del pobre, el malvado es incapaz de conocerlos» (Pr 29,7). Se comprende así la bienaventuranza de «los que lloran» (Mt 5,4), es decir, de quienes son capaces de salir de sí mismos para conmoverse por el dolor de los demás. El encuentro con el otro y el hecho de abrir el corazón a su necesidad son ocasión de salvación y de bienaventuranza.
El «fijarse» en el hermano comprende además la solicitud por su bien espiritual. Y aquí deseo recordar un aspecto de la vida cristiana que a mi parecer ha caído en el olvido: la corrección fraterna con vistas a la salvación eterna. Hoy somos generalmente muy sensibles al aspecto del cuidado y la caridad en relación al bien físico y material de los demás, pero callamos casi por completo respecto a la responsabilidad espiritual para con los hermanos. No era así en la Iglesia de los primeros tiempos y en las comunidades verdaderamente maduras en la fe, en las que las personas no sólo se interesaban por la salud corporal del hermano, sino también por la de su alma, por su destino último. En la Sagrada Escritura leemos: «Reprende al sabio y te amará. Da consejos al sabio y se hará más sabio todavía; enseña al justo y crecerá su doctrina» (Pr 9,8ss). Cristo mismo nos manda reprender al hermano que está cometiendo un pecado (cf. Mt 18,15). El verbo usado para definir la corrección fraterna —elenchein— es el mismo que indica la misión profética, propia de los cristianos, que denuncian una generación que se entrega al mal (cf. Ef 5,11). La tradición de la Iglesia enumera entre las obras de misericordia espiritual la de «corregir al que se equivoca». Es importante recuperar esta dimensión de la caridad cristiana. Frente al mal no hay que callar. Pienso aquí en la actitud de aquellos cristianos que, por respeto humano o por simple comodidad, se adecuan a la mentalidad común, en lugar de poner en guardia a sus hermanos acerca de los modos de pensar y de actuar que contradicen la verdad y no siguen el camino del bien. Sin embargo, lo que anima la reprensión cristiana nunca es un espíritu de condena o recriminación; lo que la mueve es siempre el amor y la misericordia, y brota de la verdadera solicitud por el bien del hermano. El apóstol Pablo afirma: «Si alguno es sorprendido en alguna falta, vosotros, los espirituales, corregidle con espíritu de mansedumbre, y cuídate de ti mismo, pues también tú puedes ser tentado» (Ga 6,1). En nuestro mundo impregnado de individualismo, es necesario que se redescubra la importancia de la corrección fraterna, para caminar juntos hacia la santidad. Incluso «el justo cae siete veces» (Pr 24,16), dice la Escritura, y todos somos débiles y caemos (cf. 1 Jn 1,8). Por lo tanto, es un gran servicio ayudar y dejarse ayudar a leer con verdad dentro de uno mismo, para mejorar nuestra vida y caminar cada vez más rectamente por los caminos del Señor. Siempre es necesaria una mirada que ame y corrija, que conozca y reconozca, que discierna y perdone (cf. Lc 22,61), como ha hecho y hace Dios con cada uno de nosotros.
2. “Los unos en los otros”: el don de la reciprocidad.
Este ser «guardianes» de los demás contrasta con una mentalidad que, al reducir la vida sólo a la dimensión terrena, no la considera en perspectiva escatológica y acepta cualquier decisión moral en nombre de la libertad individual. Una sociedad como la actual puede llegar a ser sorda, tanto ante los sufrimientos físicos, como ante las exigencias espirituales y morales de la vida. En la comunidad cristiana no debe ser así. El apóstol Pablo invita a buscar lo que «fomente la paz y la mutua edificación» (Rm 14,19), tratando de «agradar a su prójimo para el bien, buscando su edificación» (ib. 15,2), sin buscar el propio beneficio «sino el de la mayoría, para que se salven» (1 Co 10,33). Esta corrección y exhortación mutua, con espíritu de humildad y de caridad, debe formar parte de la vida de la comunidad cristiana.
Los discípulos del Señor, unidos a Cristo mediante la Eucaristía, viven en una comunión que los vincula los unos a los otros como miembros de un solo cuerpo. Esto significa que el otro me pertenece, su vida, su salvación, tienen que ver con mi vida y mi salvación. Aquí tocamos un elemento muy profundo de la comunión: nuestra existencia está relacionada con la de los demás, tanto en el bien como en el mal; tanto el pecado como las obras de caridad tienen también una dimensión social. En la Iglesia, cuerpo místico de Cristo, se verifica esta reciprocidad: la comunidad no cesa de hacer penitencia y de invocar perdón por los pecados de sus hijos, pero al mismo tiempo se alegra, y continuamente se llena de júbilo por los testimonios de virtud y de caridad, que se multiplican. «Que todos los miembros se preocupen los unos de los otros» (1 Co 12,25), afirma san Pablo, porque formamos un solo cuerpo. La caridad para con los hermanos, una de cuyas expresiones es la limosna —una típica práctica cuaresmal junto con la oración y el ayuno—, radica en esta pertenencia común. Todo cristiano puede expresar en la preocupación concreta por los más pobres su participación del único cuerpo que es la Iglesia. La atención a los demás en la reciprocidad es también reconocer el bien que el Señor realiza en ellos y agradecer con ellos los prodigios de gracia que el Dios bueno y todopoderoso sigue realizando en sus hijos. Cuando un cristiano se percata de la acción del Espíritu Santo en el otro, no puede por menos que alegrarse y glorificar al Padre que está en los cielos (cf. Mt 5,16). 
3. “Para estímulo de la caridad y las buenas obras”: caminar juntos en la santidad.
Esta expresión de la Carta a los Hebreos (10, 24) nos lleva a considerar la llamada universal a la santidad, el camino constante en la vida espiritual, a aspirar a los carismas superiores y a una caridad cada vez más alta y fecunda (cf. 1 Co 12,31-13,13). La atención recíproca tiene como finalidad animarse mutuamente a un amor efectivo cada vez mayor, «como la luz del alba, que va en aumento hasta llegar a pleno día» (Pr 4,18), en espera de vivir el día sin ocaso en Dios. El tiempo que se nos ha dado en nuestra vida es precioso para descubrir y realizar buenas obras en el amor de Dios. Así la Iglesia misma crece y se desarrolla para llegar a la madurez de la plenitud de Cristo (cf. Ef 4,13). En esta perspectiva dinámica de crecimiento se sitúa nuestra exhortación a animarnos recíprocamente para alcanzar la plenitud del amor y de las buenas obras.
Lamentablemente, siempre está presente la tentación de la tibieza, de sofocar el Espíritu, de negarse a «comerciar con los talentos» que se nos ha dado para nuestro bien y el de los demás (cf. Mt 25,25ss). Todos hemos recibido riquezas espirituales o materiales útiles para el cumplimiento del plan divino, para el bien de la Iglesia y la salvación personal (cf. Lc 12,21b; 1 Tm 6,18). Los maestros de espiritualidad recuerdan que, en la vida de fe, quien no avanza, retrocede. Queridos hermanos y hermanas, aceptemos la invitación, siempre actual, de aspirar a un «alto grado de la vida cristiana» (Juan Pablo II, Carta ap. Novo millennio ineunte [6 de enero de 2001], n. 31). Al reconocer y proclamar beatos y santos a algunos cristianos ejemplares, la sabiduría de la Iglesia tiene también por objeto suscitar el deseo de imitar sus virtudes. San Pablo exhorta: «Que cada cual estime a los otros más que a sí mismo» (Rm 12,10).
Ante un mundo que exige de los cristianos un testimonio renovado de amor y fidelidad al Señor, todos han de sentir la urgencia de ponerse a competir en la caridad, en el servicio y en las buenas obras (cf. Hb 6,10). Esta llamada es especialmente intensa en el tiempo santo de preparación a la Pascua. Con mis mejores deseos de una santa y fecunda Cuaresma, os encomiendo a la intercesión de la Santísima Virgen María y de corazón imparto a todos la Bendición Apostólica.

Exposición de fotografías del Amigo Alfredo Acosta

Parroquia Matriz del Apóstol Santiago de la Villa Histórica de Los Realejos



viernes, 3 de febrero de 2012

"No hay Límites para soñar"

Parroquia Matriz del Apóstol Santiago de la Villa Histórica de Los Realejos



Cáritas Diocesana lanzó la campaña solidaria No hay límites para soñar con la que busca socios y donantes para ayudar a las 15.000 familias del municipio chicharrero que no reciben actualmente ningún ingreso. 

La ONG calcula que en el municipio chicharrero hay unas 20.000 familias por debajo del umbral de la pobreza. Un estudio realizado por el Instituto Municipal de Atención Social del Ayuntamiento capitalino reveló asimismo que uno de cada cuatro mayores tiene ingresos por debajo de los 600 euros. “Buscamos implicar a más personas para ayudar a construir entre todos una sociedad mejor”, explicó el obispo.

El futbolista tinerfeño Pedro Rodríguez es la imagen de la campaña. Debido a la imposibilidad de su presencia en el acto, el jugador del FC Barcelona quiso mandar un video-mensaje a los asistentes en el que anima a los canarios a participar en esta propuesta. El que sí estuvo presente fue Álex García, actor lagunero reconocido a nivel nacional por series como Tierra de Lobos o Sin tetas no hay paraíso, quien también quiso mostrar su apoyo a Cáritas Diocesana.


El subdirector de la organización en Tenerife, José María Rivero, agradeció en el acto de presentación en el Espacio de las Artes, la participación de los voluntarios y socios, a los que denominó “héroes”, ya que “no hay acto más heroico que el poder cambiar y mejorar”. A través de esta campaña buscan colaboradores “activos”, personas que con pequeños gestos, como ser voluntario, socio o donante, consigan mejorar la vida de los más desfavorecidos del municipio capitalino.

Bernardo Álvarez, Obispo de la Diócesis, utilizó el mineral que debilita a Superman para ensalzar la labor de socios y voluntarios: “No tiene nada que ver con la kriptonita ni con la capacidad de volar. Y no tienen nada que ver porque tienen los pies en la tierra”, explicó.


La campaña se compone de un spot para televisión, cuñas de radio, 70 vallas publicitarias cedidas gratuitamente por las empresas colaboradoras y que están repartidas entre Tenerife y Gran Canaria, y camisetas encarnadas con el lema No hay límites para soñar.


La imagen inicial del anuncio muestra la espalda de un hombre, detrás del cual ondea una sábana tendida que se interpreta como la capa de un superhéroe, uno de tantos voluntarios anónimos de la organización. Tanto el director como el subdirector de Cáritas Diocesana de Tenerife quisieron recordar su distribución a través de las redes sociales de Twitter y Facebook, así como en la página web www.nohaylimitesparasoñar.com.

Gloria: Orquesta Sinfónica y Coro de la JMJ Madrid 2011

Parroquia Matriz del Apóstol Santiago de la Villa Histórica de Los Realejos