viernes, 30 de noviembre de 2012

Primer Domingo de Adviento

Encendemos Señor esta Luz,
como aquel que enciende su lámpara
para salir, en la noche,
al encuentro del amigo que ya viene.
en esta primera semana del Adviento
queremos levantarnos para esperarte preparados, 
para recibirte con alegría.
Muchas sombras nos envuelven.
Muchos halagos nos adormecen.
Queremos estar dispuestos y vigilantes, 
porque tú nos traes la luz más clara,
la paz más profunda
la alegría más verdadera.
¡Ven, Señor Jesús. Ven, Señor Jesús!