Antonio Hernández Oliva, nació en la Villa de La Orotava y el 7 de noviembre de 1981 se hizo cargo de las Parroquias del Apóstol Santiago y Ntra. Sra. de los Dolores. Desde su llegada a este municipio, y dado su talante amable y campechano, los vecinos y mas concretamente sus feligreses, lo acogieron como un realejero más .
Durante su sacerdocio ha logrado aunar esfuerzos de las distintas administraciones y de la feligresía, sirviendo de puente para obtener los medios económicos necesarios para realizar una ingente labor restauradora en el templo del Apóstol Santiago, gracias a la gran colaboración del Cabildo Insular de Tenerife y el Ayuntamiento de Los Realejos.
Don Antonio, consciente de que este templo parroquial está declarado Monumento Histórico de carácter nacional, mostró interés y se implicó desde el principio en la defensa y conservación de su patrimonio religioso y cultural. Así podemos destacar el arreglo de la techumbre de sus tres naves en un primer momento. Con posterioridad, no solo se arreglaron los techos de las capillas situadas a los pies de las naves laterales, sino que se realizó una gran transformación de las mismas y se construyó un coro en alto y se dotó a la puerta principal de cancel. Años más tarde Don Antonio contribuyó, una vez más, a hacer de intermediario entre las distintas administraciones y el Obispado para lograr los fondos necesarios para acometer otra obra de gran relevancia como fue la rehabilitación de la techumbre del crucero y de las sacristías. En esta ocasión se realizó una rehabilitación integral de ambas sacristías y se dotó al templo de un moderno sistema de detección de incendios. En cuanto a obras de relevancia llevadas a cabo durante el mandato de Don Antonio se destaca también la restauración de la torre-campanario y de su reloj que, después de muchos años inoperativo, nos vuelve a dar las horas.
Otro aspecto de la labor realizada durante el ministerio de Don Antonio, es la restauración de retablos y de las imágenes sagradas. Así se reseña la restauración del retablo del Nazareno, el del Cristo de la Misericordia y el cuadro de ánimas. También citaremos algunas restauraciones de imágenes a fin de no ser muy prolijos en esta propuesta de resolución, tales son: El Nazareno, San Juan Evangelista, Cristo de la Misericordia, Cristo atado a la Columna, San José, etc. Se destaca también la labor restauradora llevada a cabo en la orfebrería y telas del templo jacobeo.
Aparte de la labor restauradora, se ha llevado a cabo otra muy importante de nuevas adquisiciones, tanto de imaginería como de orfebrería. Así cabe señalar la adquisición de la imagen del Señor de la Cañita, el Señor Preso, el Cristo de la Oración en el Huerto, la Piedad, etc. En cuanto a orfebrería: fanales para la cruz procesional de plata, solios y un guión para la Hermandad del Santísimo.
La iniciativa de la concesión de honor o distinción, por su meritoria, labor a favor del Rvdo. Don Antonio Hernández Oliva, ha sido apoyada con adhesiones del Obispado de Tenerife, Ayuntamiento Pleno de La Orotava, hermandades y cofradías, asociaciones vecinales de esta villa y de La Orotava, y numerosas entidades ciudadanas de diverso tipo.
Desde 1958, en el que se concedió el nombramiento de hijo adoptivo a Don Lorenzo Machado y Méndez Fernández Lugo, El ayuntamiento realejero no había empleado esta figura recogida en el Reglamento de Honores y Distinciones. Hijos adoptivos también han sido entre otros, el ministro Blas Pérez González (1957), el obispo Domingo Pérez Cáceres (1947)
