lunes, 29 de febrero de 2016

VIA CRUCIS SEMANAL

El pasado viernes seguimos con el rezo semanal del Vía Crucis durante este tiempo de Cuaresma. En esta ocasión, el mismo estuvo preparado por el grupo de jóvenes de confirmación. 
Agradecer desde estas lineas a todos los que nos acompañaron.
El próximo viernes el Vía Crucis será preparado por los grupos de "Despertar religioso", "Comunión", y " Post- comunión ". ¡Les esperamos!



GALERÍA FOTOGRAFICA:








[INFO.PARROQUIA.VISITA DE EL NAZARENO A SAN FRANCISCO]

El pasado viernes día 26 de febrero tras haber recibido los permisos pertinentes desde el Obispado de Tenerife, nuestro párroco anunciaba a la Franciscana Cofradia de El Nazareno que el próximo Domingo de Ramos, día 20 de marzo, la devota y bendita imagen de El Nazareno realejero volverá a visitar solemnemente la Zona y Cementerio de San Francisco, lugar en el que se alzó el desaparecido Convento Franciscano de Santa Lucía y en el que recibiera culto desde 1637.
Hoy así lo anunciamos a tosdos ustedes y les invitamos a participar de esta celebración, solicitando también la colaboración y buena acogida por parte de los vecinos de las Calles Goodinez, Viera y Clavijo y San Francisco.

jueves, 25 de febrero de 2016

PRESENTADO EL CARTEL DEL VIERNES DE DOLORES 2016

Ayer miércoles 24 de febrero se reunía en las dependencias parroquiales la Cofradía de Nuestra Señora de los Dolores para preparar la próxima Semana Santa. En esta convocatoria la Junta Directiva de esta Formación presentó al resto de cofrades el cartel de cultos del Viernes de Dolores realejero.
En esta edición el diseño ha estado a cargo del joven orotavense Josué Hernández. Se trata de una preciosa fotografía de la imagen de la Dolorosa de nuestra parroquia después de haber sido objeto de restauración el pasado mes de septiembre por las restauradoras Lucía Irma Pérez y Elsa Melián.

El Presidente de la Cofradía así como el resto de la Junta Directiva agradecieron una vez más la colaboración de todos los que ayudaron a acometer estos trabajos de restauración. Igualmente quisieron mostrar su agradecimiento a la labor desinteresada de Josué Hernández al confeccionar esta bella estampa, e invitan a todos los feligreses y devotos de la venerada imagen a participar de este día solemne que abre las puertas a la Semana Mayor el próximo 18 de marzo a partir de las 20.00 horas en el Templo Matriz del Apóstol Santiago con la Eucaristía y posterior procesión con la bendita imagen de Nuestra Señora de los Dolores por las principales calles de Realejo Alto.


domingo, 21 de febrero de 2016

I VÍA CRUCIS DE CUARESMA

El pasado viernes comenzamos con el rezo semanal del Vía Crucis durante este tiempo de Cuaresma. Agradecer a todos los que a pesar del mal tiempo nos acompañaron en esta oración. 
El próximo viernes el Vía Crucis será preparado por el grupo de Jóvenes de confirmación. ¡Les esperamos!





viernes, 19 de febrero de 2016

PRESENTADO EL CARTEL DE LA SEMANA SANTA 2016

La Piedad de la parroquia de Nuestra Señora del Buen Viaje de Icod el Alto ilustra la Semana Santa realejera
El cartel fue presentado en la mañana de este viernes por el alcalde, la concejala de Fiestas y Cultura y el párroco, Ángelo Nardone.





El alcalde de Los Realejos, Manuel Domínguez, y la concejala de Fiestas y Cultura, Isabel Socorro, visitaron en la mañana de este viernes 19 de febrero el templo de Nuestra Señora del Buen Viaje de Icod el Alto, donde fueron recibidos por su administrador parroquial, Ángelo Nardone, para presentar el cartel de la Semana Santa realejera, una fotografía tomada por Isidro Felipe Acosta de la imagen de Nuestra Señora de la Piedad albergada en esta parroquia. Esta pieza, símbolo de fe en la citada parroquia, permanece habitualmente sobre su altar, pero se ha bajado para presidir la iglesia durante el período de Cuaresma. Explica Isabel Socorro que “en coordinación con los sacerdotes, continúa la rotación año a año por las diferentes parroquias realejeras tanto de la imagen elegida para el cartel, como del acto de lectura del pregón de la Semana Santa, que se celebrará el domingo 13 de marzo también en este Templo".

jueves, 18 de febrero de 2016

COMIENZO DEL VÍA CRUCIS SEMANAL

Mañana Viernes 19 de Febrero a las 19.30 horas, comenzaremos en nuestra Parroquia a realizar semanalmente el ejercicio del Vía Crucis alrededor de las naves del Templo. 
En esta primera ocasión, esta Oración será preparada por los catequistas de nuestra parroquia.

VÍA CRUCIS ARCIPRESTAL


lunes, 15 de febrero de 2016

ORACIÓN DEL AÑO DE LA MISERICORDIA

Señor Jesucristo, tú nos has enseñado a ser misericordiosos como el Padre del cielo,
y nos has dicho que quien te ve, lo ve también a Él.

Muéstranos tu rostro y obtendremos la salvación.Tu mirada llena de amor liberó a Zaqueo y a Mateo de la esclavitud del dinero; a la adúltera y a la Magdalena del buscar la felicidad solamente en una criatura; hizo llorar a Pedro luego de la traición, y aseguró el Paraíso al ladrón arrepentido.
Haz que cada uno de nosotros escuche como propia la palabra que dijiste a la samaritana:
¡Si conocieras el don de Dios!Tú eres el rostro visible del Padre invisible, del Dios que manifiesta su omnipotencia sobre todo con el perdón y la misericordia.
Haz que, en el mundo, la Iglesia sea el rostro visible de Ti, su Señor, resucitado y glorioso.
Tú has querido que también tus ministros fueran revestidos de debilidad para que sientan sincera compasión por los que se encuentran en la ignorancia o en el error: haz que quien se acerque a uno de ellos se sienta esperado, amado y perdonado por Dios.
Manda tu Espíritu y conságranos a todos con su unción
para que el Jubileo de la Misericordia sea un año de gracia del Señor y tu Iglesia pueda, con renovado entusiasmo, llevar la Buena Nueva a los pobres proclamar la libertad a los prisioneros y oprimidos y restituir la vista a los ciegos.
Te lo pedimos por intercesión de María, Madre de la Misericordia, a ti que vives y reinas con el Padre y el Espíritu Santo por los siglos de los siglos.

Amén.


COMENZAMOS EL TIEMPO DE CUARESMA CON EL MIÉRCOLES DE CENIZA

El pasado miércoles comenzamos el tiempo más fuerte para los cristianos, La Cuaresma.
La Eucaristía se celebró a las 19.00 horas en nuestro Templo parroquial, fue presidida por nuestro párroco D. Domingo; y la parte musical corrió a cargo del coro parroquial.
En la misma se impuso la Ceniza como signo de penitencia en este preámbulo a celebrar los misterios de la Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo.






MENSAJE DEL PAPA FRANCISCO PARA LA CUARESMA 2016


MENSAJE DEL SANTO PADRE FRANCISCO PARA LA CUARESMA 2016

“Misericordia quiero y no sacrificio” (Mt 9,13).
Las obras de misericordia en el camino jubilar

 1. María, icono de una Iglesia que evangeliza porque es evangelizada
En la Bula de convocación del Jubileo invité a que «la Cuaresma de este Año Jubilar sea vivida con mayor intensidad, como momento fuerte para celebrar y experimentar la misericordia de Dios» (Misericordiae vultus, 17). Con la invitación a escuchar la Palabra de Dios y a participar en la iniciativa «24 horas para el Señor» quise hacer hincapié en la primacía de la escucha orante de la Palabra, especialmente de la palabra profética. La misericordia de Dios, en efecto, es un anuncio al mundo: pero cada cristiano está llamado a experimentar en primera persona ese anuncio. Por eso, en el tiempo de la Cuaresma enviaré a los Misioneros de la Misericordia, a fin de que sean para todos un signo concreto de la cercanía y del perdón de Dios.
María, después de haber acogido la Buena Noticia que le dirige el arcángel Gabriel, canta proféticamente en el Magnificat la misericordia con la que Dios la ha elegido. La Virgen de Nazaret, prometida con José, se convierte así en el icono perfecto de la Iglesia que evangeliza, porque fue y sigue siendo evangelizada por obra del Espíritu Santo, que hizo fecundo su vientre virginal. En la tradición profética, en su etimología, la misericordia está estrechamente vinculada, precisamente con las entrañas maternas (rahamim) y con una bondad generosa, fiel y compasiva (hesed) que se tiene en el seno de las relaciones conyugales y parentales.
2. La alianza de Dios con los hombres: una historia de misericordia
El misterio de la misericordia divina se revela a lo largo de la historia de la alianza entre Dios y su pueblo Israel. Dios, en efecto, se muestra siempre rico en misericordia, dispuesto a derramar en su pueblo, en cada circunstancia, una ternura y una compasión visceral, especialmente en los momentos más dramáticos, cuando la infidelidad rompe el vínculo del Pacto y es preciso ratificar la alianza de modo más estable en la justicia y la verdad. Aquí estamos frente a un auténtico drama de amor, en el cual Dios desempeña el papel de padre y de marido traicionado, mientras que Israel el de hijo/hija y el de esposa infiel. Son justamente las imágenes familiares —como en el caso de Oseas (cf. Os 1-2)— las que expresan hasta qué punto Dios desea unirse a su pueblo.
Este drama de amor alcanza su culmen en el Hijo hecho hombre. En él Dios derrama su ilimitada misericordia hasta tal punto que hace de él la «Misericordia encarnada» (Misericordiae vultus, 8). En efecto, como hombre, Jesús de Nazaret es hijo de Israel a todos los efectos. Y lo es hasta tal punto que encarna la escucha perfecta de Dios que el Shemà requiere a todo judío, y que todavía hoy es el corazón de la alianza de Dios con Israel: «Escucha, Israel: El Señor es nuestro Dios, el Señor es uno solo. Amarás, pues, al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas» (Dt 6,4-5). El Hijo de Dios es el Esposo que hace cualquier cosa por ganarse el amor de su Esposa, con quien está unido con un amor incondicional, que se hace visible en las nupcias eternas con ella.
Es éste el corazón del kerygma apostólico, en el cual la misericordia divina ocupa un lugar central y fundamental. Es «la belleza del amor salvífico de Dios manifestado en Jesucristo muerto y resucitado» (Exh. ap. Evangelii gaudium, 36), el primer anuncio que «siempre hay que volver a escuchar de diversas maneras y siempre hay que volver a anunciar de una forma o de otra a lo largo de la catequesis» (ibíd., 164). La Misericordia entonces «expresa el comportamiento de Dios hacia el pecador, ofreciéndole una ulterior posibilidad para examinarse, convertirse y creer» (Misericordiae vultus, 21), restableciendo de ese modo la relación con él. Y, en Jesús crucificado, Dios quiere alcanzar al pecador incluso en su lejanía más extrema, justamente allí donde se perdió y se alejó de Él. Y esto lo hace con la esperanza de poder así, finalmente, enternecer el corazón endurecido de su Esposa.
3. Las obras de misericordia
La misericordia de Dios transforma el corazón del hombre haciéndole experimentar un amor fiel, y lo hace a su vez capaz de misericordia. Es siempre un milagro el que la misericordia divina se irradie en la vida de cada uno de nosotros, impulsándonos a amar al prójimo y animándonos a vivir lo que la tradición de la Iglesia llama las obras de misericordia corporales y espirituales. Ellas nos recuerdan que nuestra fe se traduce en gestos concretos y cotidianos, destinados a ayudar a nuestro prójimo en el cuerpo y en el espíritu, y sobre los que seremos juzgados: nutrirlo, visitarlo, consolarlo y educarlo. Por eso, expresé mi deseo de que «el pueblo cristiano reflexione durante el Jubileo sobre las obras de misericordia corporales y espirituales. Será un modo para despertar nuestra conciencia, muchas veces aletargada ante el drama de la pobreza, y para entrar todavía más en el corazón del Evangelio, donde los pobres son los privilegiados de la misericordia divina» (ibíd., 15). En el pobre, en efecto, la carne de Cristo «se hace de nuevo visible como cuerpo martirizado, llagado, flagelado, desnutrido, en fuga... para que nosotros lo reconozcamos, lo toquemos y lo asistamos con cuidado» (ibíd.). Misterio inaudito y escandaloso la continuación en la historia del sufrimiento del Cordero Inocente, zarza ardiente de amor gratuito ante el cual, como Moisés, sólo podemos quitarnos las sandalias (cf. Ex 3,5); más aún cuando el pobre es el hermano o la hermana en Cristo que sufren a causa de su fe.
Ante este amor fuerte como la muerte (cf. Ct 8,6), el pobre más miserable es quien no acepta reconocerse como tal. Cree que es rico, pero en realidad es el más pobre de los pobres. Esto es así porque es esclavo del pecado, que lo empuja a utilizar la riqueza y el poder no para servir a Dios y a los demás, sino parar sofocar dentro de sí la íntima convicción de que tampoco él es más que un pobre mendigo. Y cuanto mayor es el poder y la riqueza a su disposición, tanto mayor puede llegar a ser este engañoso ofuscamiento. Llega hasta tal punto que ni siquiera ve al pobre Lázaro, que mendiga a la puerta de su casa (cf. Lc 16,20-21), y que es figura de Cristo que en los pobres mendiga nuestra conversión. Lázaro es la posibilidad de conversión que Dios nos ofrece y que quizá no vemos. Y este ofuscamiento va acompañado de un soberbio delirio de omnipotencia, en el cual resuena siniestramente el demoníaco «seréis como Dios» (Gn 3,5) que es la raíz de todo pecado. Ese delirio también puede asumir formas sociales y políticas, como han mostrado los totalitarismos del siglo XX, y como muestran hoy las ideologías del pensamiento único y de la tecnociencia, que pretenden hacer que Dios sea irrelevante y que el hombre se reduzca a una masa para utilizar. Y actualmente también pueden mostrarlo las estructuras de pecado vinculadas a un modelo falso de desarrollo, basado en la idolatría del dinero, como consecuencia del cual las personas y las sociedades más ricas se vuelven indiferentes al destino de los pobres, a quienes cierran sus puertas, negándose incluso a mirarlos.
La Cuaresma de este Año Jubilar, pues, es para todos un tiempo favorable para salir por fin de nuestra alienación existencial gracias a la escucha de la Palabra y a las obras de misericordia. Mediante las corporales tocamos la carne de Cristo en los hermanos y hermanas que necesitan ser nutridos, vestidos, alojados, visitados, mientras que las espirituales tocan más directamente nuestra condición de pecadores: aconsejar, enseñar, perdonar, amonestar, rezar. Por tanto, nunca hay que separar las obras corporales de las espirituales. Precisamente tocando en el mísero la carne de Jesús crucificado el pecador podrá recibir como don la conciencia de que él mismo es un pobre mendigo. A través de este camino también los «soberbios», los «poderosos» y los «ricos», de los que habla el Magnificat, tienen la posibilidad de darse cuenta de que son inmerecidamente amados por Cristo crucificado, muerto y resucitado por ellos. Sólo en este amor está la respuesta a la sed de felicidad y de amor infinitos que el hombre —engañándose— cree poder colmar con los ídolos del saber, del poder y del poseer. Sin embargo, siempre queda el peligro de que, a causa de un cerrarse cada vez más herméticamente a Cristo, que en el pobre sigue llamando a la puerta de su corazón, los soberbios, los ricos y los poderosos acaben por condenarse a sí mismos a caer en el eterno abismo de soledad que es el infierno. He aquí, pues, que resuenan de nuevo para ellos, al igual que para todos nosotros, las lacerantes palabras de Abrahán: «Tienen a Moisés y los Profetas; que los escuchen» (Lc 16,29). Esta escucha activa nos preparará del mejor modo posible para celebrar la victoria definitiva sobre el pecado y sobre la muerte del Esposo ya resucitado, que desea purificar a su Esposa prometida, a la espera de su venida.
No perdamos este tiempo de Cuaresma favorable para la conversión. Lo pedimos por la intercesión materna de la Virgen María, que fue la primera que, frente a la grandeza de la misericordia divina que recibió gratuitamente, confesó su propia pequeñez (cf. Lc 1,48), reconociéndose como la humilde esclava del Señor (cf. Lc 1,38).
Vaticano, 4 de octubre de 2015
Fiesta de San Francisco de Assis
Francisco