sábado, 28 de abril de 2012

Saluda de Nuestro Párroco para nuestras Fiestas Patronales 2012

El poder y la fuerza de la Cruz

Antonio Hernández Oliva
CURA PÁRROCO DE SANTIAGO APÓSTOL

Apenas hace unos días celebrábamos la Pasión, Muerte y Resurrección de nuestro Señor Jesucristo,
y ya, sin tiempo para recordar lo sucedido en este crucial acontecimiento desarrollado en nuestras comunidades parroquiales, nos aprestamos a vivir otra festividad en la que la Santa Cruz es protagonista.

Pocos habíamos oído hablar de las matemáticas místicas, una teoría que presuntamente
demuestra el poder de la Cruz a través de las matemáticas. En fin, un método de cálculo en el que
se afirma que tras los números existe una mente prodigiosa y que la ciencia demuestra la existencia
de Dios.

Yo les puedo afirmar, queridos amigos, que la mejor teoría para conocer el poder de la Cruz y la existencia de Dios, no la encontraremos en los números, sino en los corazones de tantos hombres y mujeres de Los Realejos, gentes que esperan impacientes la llegada de Mayo para dedicarse en cuerpo y alma a vestir a esa Cruz que nuestros antepasados plantaron a lo largo de esta extensa Villa.
Cruces, que han sido a más apreciada herencia que las actuales generaciones hayan podido obtener, y que sobreviven a la aparición de tendencias y modas, porque encierran dentro de ellas el cariño y la memoria de tantas y tantas generaciones.
La Cruz que nos ha guiado a lo largo de nuestra vida, no sólo esta presente en la memoria colectiva
y en el corazón de los vecinos de este maravilloso pueblo, también lo está físicamente presidiendo lugares emblemáticos, calles, capillas y haciendas, desde el mar a la cumbre, de Norte a Sur, del Charco del Guindaste a la Cruz de Fregel, de Este a Oeste, de la Cruz del Pico en La Montaña de Los Frailes a la Cruz de la Casa de La Pared en Barranco Ruiz.

Ésta es la grandeza de Los Realejos, de la que muchos historiadores han llegado a decir que es en sí una gran Cruz. Para los amantes de las tradiciones, el mayo realejero es el mayor ejemplo de canariedad que un pueblo puede demostrar, ya que aglutina en sólo 30 días, una gran variedad de manifestaciones tradicionales.

 A finales de este bendito mes, cobran protagonismo el ganado, la artesanía y el mejor folclore de las islas, todo unido a la gran devoción que los habitantes de esta histórica Villa sienten por Santa María de la Cabeza y San Isidro Labrador, no sólo por el carácter alegre de sus romerías, sino por las numerosas rogativas que dirigen al patrón de nuestros campos.

El lunes después de la gran manifestación romera, cuando Mayo entra en su recta final, es cuando todos centramos la mirada en la bella imagen de Nuestra Señora de Los Remedios, a la que hombres y mujeres de estos Realejos profesan una antiquísima y prolongada devoción y sobre todo, un cariño y ternura que afloran cuando sale a la calle en tan señalado día.