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En esta ocasión
queremos aportar este documento que testifica las antiguas fiestas al Patrón
Santiago en nuestro pueblo y parroquia
Que existe entre
los diversos sectores de la opinión, y en las que claramente se deslinean los
contornos de la verdad distinguiéndose del error—, y aparecen perfectamente
definidos los dos campos en que al fin ya la postre ha de quedar dividido el
mundo, no puede menos de agradar y satisfacer cualquier manifestación
entusiasta y verdadera de fe y de religiosidad, características especiales del
campo de la virtud y de la honradez. Momentos de innegable fervor y de recogimiento
profundo fueron los que presenciamos el pasado lunes en la iglesia parroquial
del pintoresco y progresivo pueblo del Realejo Alto, cuando celebraba la fiesta
religiosa de su Patrono el Apóstol Santiago.
Un templo
hermoso y rico, cuajado de flores y resplandeciente de luces, acusando aún en
sus mínimos detalles el celo del venerable párroco, generosamente secundado por
sus buenos feligreses; una muchedumbre devota y creyente, que invadía las naves
del templo; una solemnidad religiosa verdaderamente encantadora.
Los Ministros
del Altar estrenaban un temo de terciopelo, alarde de gusto y de
desprendimiento, en el que la Juventud entusiasta del Realejo Alto puso todo su
empeño y todo su arte, plasmando
en la realidad
de su ofrenda su intensa devoción al Apóstol.
La parte coral
estuvo a cargo de los seminaristas de dicho pueblo, que interpretaron brillantemente
la Misa "Te Deum laudamus", del maestro Perossi, siendo ello un
verdadero exponente de la labor musical llevada
a cabo en el Seminario en estos últimos años. Y una oración sagrada, verdadera pieza
de oratoria, llena de unción evangélica y a tono completamente con la brillante
función que se celebraba. He aquí algunos conceptos que entresacamos del
discurso del señor Peláez.
"Acaso la
raíz de muchas de las calamidades que padecemos tenga por fundamento el
desconocimiento de nuestros deberes, mientras que sólo cuidamos de pregonar y
exigir derechos a los demás, olvidando que estos dos conceptos son totalmente
correlativos, que son como dos rayos de luz que dimanan de un mismo foco.
(Exposición detallada de estas dos ideas básicas de la justicia, un canto
magnífico a la Patria y a sus atributos y una exhortación vibrante En las horas
presentes, en que mayormente se nota la división profunda para escuchar y poner
en práctica unas palabras que se pueden poner en boca del Apóstol:) Hasta
aquí... No más... Que no haya ningún cristiano que desoiga sus deberes".
Los árboles
seculares y añosos no ceden al vendaval, aunque su ramaje puede seguir el
vaivén del huracán e inclinarse a la violencia de su embate. Pero de nuevo
vuelven a recobrar su anterior estado, y aún si cabe con mayores bríos.
De igual manera
la fe católica de España, sembrada hace veinte siglos por Santiago, podrá hoy
aparecer amortiguada y acaso en muchos individuos cederá al empuje bravío de
tantas olas de pasiones conjuradas y embravecidas...; pero volverá a recobrar
su primitiva posición, y su nuevo desenvolvimiento la recompensará crecidamente
de las pasadas pérdidas, si pérdida puede llamarse el desalojar de su seno los elementos
nocivos, indignos- o indiferentes...
Procesión del
Santo por las principales calles de la población, acompañado de innumerables
devotos... Sin aparato externo, sin ruidos que alborotaran la paz de los
espíritus, más atentos entonces a la rumia de la verdad católica.
Sin apenas oir
"los ecos de una música ligera... Únicamente oímos las plegarias repetidas
del Rosario, haciéndonos recordar aquellos tiempos en que 1a piedad de nuestros
padres entretejía cada noche una mística guirnalda para ofrecerla a la Virgen,
que sobre un Pilar y en las márgenes del caudaloso Ebro
se apareció al
Apóstol Santiago...
¡Oh, qué grande
era España entonces...,cuando todos rezaban el Rosario!
JESÚS CABRERA
MEDINA.
Realejo Alto (Tenerife)
Julio de 1932.