Francisco lanza un grito:
“Guerra llama a guerra, violencia llama a violencia”
(José M. Vidal/Agencias).- En el primer ángelus de septiembre y después de nombramiento de Pietro Parolin como su número dos y Secretario de Estado. Francisco lanzó, antes del Ángelus, un dramático llamamiento a la paz en Siria: “Nunca más la guerra”. Asimismo, convocaba a católicos, cristianos, fieles de todas las religiones y hombres de buena voluntad a una Jornada de ayuno y oración “por la paz en Siria” el próximo día 7 de septiembre.
“Quiero hacerme intérprete del grito que sale de toda las partes
de la tierra, del corazón de todos, con angustia creciente: el grito de la
paz. Es el grito que dice con fuerza: Queremos un mundo de paz, queremos
que en nuestra sociedad llena de conflictos reine la paz.
Nunca más la guerra. La paz es un don demasiado precioso, que
debe ser promovido y tutelado.Vivo
con sufrimiento las situaciones de conflicto, pero estos dias mi corazón está
profundamente herido por lo que está sucediendo en Siria.
Lanzo un fuerte llamamiento por la paz. Un llamamiento que nace de lo íntimo de mí mismo.
¡Cuántos niños no podrán ver la luz del
futuro!. Con especial firmeza condeno el uso de las
armas químicas.
Llevo en la mente las terrible imágenes de los días pasados, no se puede escapar del juicio de Dios y de la Historia a nuestras
acciones.
Guerra llama a guerra, violencia llama a violencia.
Con toda mi fuerza, pido a las partes en conflicto que escuchen la
voz de su propia conciencia y no se encierren en sus propios intereses;
Exhorto a la comunidad internacional para que promueva iniciativas
claras para la paz en aquella nación basadas en el diálogo, que se garantice asistencia humanitaria.
¿Qué podemos hacer nosotros por la paz en el mundo?
Una cadena de lucha por la paz una a todos los hombres y mujeres
de buena voluntad…Llamamiento que dirijo a la Iglesia católica y a todas las demás
religiones y a los no-creyentes. La paz es un bien para toda la
Humanidad.
Repito en voz alta: No a la cultura del desencuentro y del
conflicto, sino la del encuentro y del diálogo. Ésta es el único camino para la
paz. Depongan las armas y déjense guiar por los
deseos de paz”
El 7 de septiembre, una Jornada de ayuno y oración por la paz en
Siria, en Oriente Medio y en todo el mundo.
Invito a unirse a esta iniciativa a los hermanos cristianos, los
de otras religiones y los hombres de buena voluntad, el 7 de septiembre aquí,
en la Plaza de San Pedro. La Humanidad necesita gestos de
paz y esperanza. Ayúdanos, María, a superar este difícil momento”
*FUENTE RELIGIÓN DIGITAL